Como ya empezáis a saber los que seguís mis publicaciones en la Terapia Neural es fundamental la historia de vida, con ella, a través de ella, llegamos a las zonas de interferencia que debemos tratar, en una otra ocasión hablaré más sobre ello.
Con esa historia única de cada paciente buscamos esos lugares que han almacenado una información que ahora podemos cambiar, porque la guardada no está siendo adecuada para nuestro organismo.
La Terapia Neural es una terapia de autobioregulación y eso es lo que intentamos tratando el plexo pélvico. Antes de nada un breve apunte anatómico para empezar a comprender.
Por el nombre ya sabemos más o menos dónde está , está formado por las fibras del sistema nervioso vegetativo encargadas de ramificarse y llegar a útero, ovarios, trompas uterinas, vejiga y vagina.
Tenemos varias técnicas para llegar hasta él y simplemente por su localización podemos intuir que lo utilicemos para tratar infecciones urinarias y vaginales de repetición, enfermedades de transmisión sexual, alteraciones en la menstruación y los síntomas relacionados con ella como migrañas, dolores lumbares, la menopausia y los sofocos, la sequedad… el dolor en las relaciones sexuales, es frecuente además en esta zona las cicatrices de cesáreas horizontales.
No solo la sintomatología física nos lleva hasta él, como os decía, la historia que nos pueden contar de abusos, problemas sexuales con la pareja, con los hijos…lo convierten en un foco interferente muy frecuente.
He visto reacciones maravillosas tras su tratamiento, especialmente de liberación de culpas, de sentirse con más seguridad en la vida, superar complejos y sobretodo sanar heridas de abusos, muy frecuentes en las historias.
La interferencia cultural que lleva a sentir vergüenza o culpa por “las malas pasiones” por ciertos deseos, embarazos no deseados en adolescentes o fuera de la pareja, historias de infidelidades etc convierten una vez más este plexo en una zona interferente para múltiples síntomas, no solo en la zona, como ya os he nombrado, sino síntomas en zonas distales como varices, edemas en las piernas…
Como dice el Dr Andrés Peralta, el “tu debes” que lleva a anular la intuición , el querer ser quizás de otra manera, va generando conflictos, represiones y limitaciones en nuestra vida, la liberación de plexo lleva a la creatividad, a vivir la vida encontrando nuestra pasión y plenitud, vivir siendo uno mismo, sin culpas,, sin conceptos como bueno/malo, todo es experiencia.
El plexo pélvico sufre por todas estas interferencias socio culturales y lleva a las disfunciones antes mencionadas, a la falta de auto-conocimiento, alteraciones sexuales y un gran impacto emocional.