Empieza por imaginar el Chi (energía vital) como una suave brisa o riachuelo que debe circular por tu casa. Observa con cuántos obstáculos se encuentra, eso es lo que puedes inicialmente quitar o mover de tu casa.
Para el feng shui todo está vivo, todo está relacionado y todo cambia.
Lógicamente no tiene el mismo chi una mesa de caoba que una de plástico o que nosotros. Pero si creemos de verdad que todo tiene vida querremos rodearnos de cosas que tengan “una buena” energía.
Todo está relacionado, por lo tanto cómo esté yo va a influir en mi hogar y viceversa.
Si vivo rodeada de cosas innecesarias, de desorden o suciedad esto influirá, por ejemplo, en que lleguemos tarde a una cita, en que no demos una imagen adecuada para un empleo etc…
Y todo está cambiando siempre, en esto se insiste mucho, lo único constante en el Universo es el cambio continuo. Cambian las estaciones, el tiempo minuto a minuto, la que se levanta de la cama es distinta a la de ayer. Por ello tras hacer el feng shui en una zona de la casa o en toda ella, debemos valorar un tiempo después los cambios conseguidos y plantearnos nuevos objetivos.
El Feng Shui más moderno ha dejado ya algo atrás el uso de la brújula.
El feng shui chino tradicional tenía en cuenta la fecha de construcción del hogar, las fechas de modificaciones en el edificio, el sexo y la edad de quien lo iba a habitar, lo que le rodeaba…Un montón de cálculos, números, zonas favorables y desfavorables…que complican hoy en día la posibilidad de aplicarlo en nuestros hogares.
El feng shui más contemporáneo nos permite ser protagonistas de los cambios que vamos a realizar. Tiene muy en cuenta nuestra intención y visualización de que ya hemos conseguido nuestros objetivos y la principal diferencia es que el plano Bagua (ocho zonas) se coloca teniendo en cuenta la puerta de entrada a casa, la boca del Chi.
Con el feng shui conseguimos dar armonía a nuestro hogar y eso, como todo está inter relacionado, influirá después en tu propia armonía, en un estado más saludable para ti y tu familia.
Una de las cosas que me ha gustado leer últimamente del feng shui es que es como la acupuntura del hogar. Si la acupuntura ayuda a organizar y equilibrar nuestra energía vital (o Chi), el feng shui ayuda a equilibrar el chi de nuestro hogar o lugar de trabajo por ejemplo.
Espero que este breve apunte, sobre este hermoso arte, te anime en investigar más sobre él.
