El psicólogo William James es el primero que habla de plasticidad en 1890, para referirse a la capacidad de modificación del comportamiento humano. Santiago Ramón y Cajal proponía que posiblemente esto tuviese un substrato anatómico a finales del siglo XIX, pero no es hasta 1958 cuando se demuestra el fenómeno de formación de brotes axonales.

Hoy se sabe que las redes neuronales de nuestro sistema nervioso permanecen plásticas, modificables, durante toda la vida.

La plasticidad neuronal es una plasticidad sinaptica, es decir, la posibilidad de cambios en el tipo, número, forma y función de las sinapsis y por lo tanto de los circuitos neuronales. Las sinapsis son los lugares donde una neurona transmite el mensaje o el impulso nervioso a otra neurona.

La plasticidad del sistema nervioso central(SNC) está dirigida a potenciar los procesos de aprendizaje y memoria. 

Gracias a esta neuroplasticidad, las células del SNC tienen la capacidad de regenerarse después de una influencia patológica, ambiental, del desarrollo, tras traumatismos o enfermedades.

Estas modificaciones en las sinapsis pueden ser temporales o permanentes.

Al haber la posibilidad de nuevas conexiones neuronales el proceso de aprendizaje se puede mantener durante toda la vida, si aprendemos podemos cambiar, en contra de la frecuentemente utilizada expresión de “ a esta edad ya no va a cambiar”. Las experiencias de la vida, las actividades que realizamos, las conversaciones, los conocimientos que vamos adquiriendo remodelan nuestro cerebro.

Os dejo este enlace, para mi muy interesante, sobre este tema

http://youtu.be/NJMhO8u-ru0

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