El aceite esencial de mandarina es un cítrico que aporta alegría, además de tener otras propiedades fantásticas. El mandarino tiene su origen en China.
Debe su nombre al hecho de que el fruto constituía un regalo tradicional que se ofrecía a los mandarines de China.
Además de ser estimulante y aportar energía y vitalidad, como todos los cítricos, tiene propiedades antisépticas, espasmódicas, es digestivo, diurético suave, laxante suave, es sedante, estimulante digestivo, linfático y tónico.
Y aparte lo podemos utilizar en acné, pieles congestionadas, pieles grasas, granos, estrías, retención de líquidos, obesidad, para problemas digestivos, hipo, insomnio, inquietud.
Se emplea a menudo para los niños y las mujeres embarazadas.
Combina bien para hacer sinergias con los demás aceites cítricos, en especial el de neroli y con los especiados como el de nuez moscada, canela o clavo.