Al hilo de mis publicaciones “Y éramos felices…” y “La plasticidad neuronal” pienso, ¿de qué manera se puede hacer una educación más consciente? ¿cómo aprovechar todo el potencial neuronal que tienen nuestros pequeños ?.
Está claro que los niños son muy inteligentes, no hay más que ver cómo manejan todo lo tecnológico, se me ocurre que igual que aprenden como funciona un móvil, ¿porque no… ???
-enseñarles cómo comer de una forma consciente, hablarles, no desde el miedo, sino desde la información, de los perjuicios del azúcar, la relación con su nerviosismo
-hacer una buena higiene del sueño desde pequeños
-aprender técnicas de relajación, respiración para frenar ataques de pánico…
-ponerlos en contacto con la naturaleza, participar en campañas de limpieza de playas…
-enseñarles a reciclar y la importancia de no hacerlo.
-hablarles de la vida y de la muerte
-no ocultarle los problemas, sin agobiarlos pero haciéndoles participes de las cosas que pasan en una familia, para darles el lugar que les corresponde en ella, haciéndose sentir que sus opiniones importan
-no ocultándoles que hay problemas a veces, que no siempre podemos ganar y ser los primeros, que a veces se fracasa en los intentos y que eso no nos hace más débiles sino todo lo contrario, más fuertes e interesantes.
Esto último me conecta con el Wabi Sabi, os hablaré de él muy pronto.
