Pues sí, porque no es algo en sí misma sino parte de la evolución de una mujer, así como lo es la menstruación.
No es una enfermedad y por lo tanto no debemos dar por válidas todas las molestias que tenemos en esta etapa. Pero vivimos así desde bien temprano, cuando tenemos nuestra primera regla, se nos dicen cosas como: ¡¡¡ahora ya eres mujer!!! ¿cómo? ¿qué cuento es ese?, es que se siguen oyendo cosas como esas, no, perdón una menstruación no me define como mujer, y cuando se me vaya, entonces ¿qué?…
Estas frases aunque dichas por costumbre, quedan en el inconsciente colectivo y lo peor, nos las creemos.
Creemos que ahora tenemos que tratar a los niños de otra manera, que es una vergüenza que nos manchemos, por lo tanto cuando pasemos por la transición menopausica también será una vergüenza tener un sofoco (con lo fácil que sería parar, sacar un abanico, beber un poco de agua, decir, me ha dado un sofoco y seguir…), creemos que cuando no sagremos perderemos valor…
En lugares supuestamente menos civilizados que nuestro primer mundo, la menopausia da paso al nacimiento en nosotras de la mujer sabia, y se convierten en consultoras para los demás, en mujeres a las que acudir en busca de buenos consejos y apoyo.
Aquí, hasta ahora, porque parece que está cambiando algo, tenemos síntomas de mujeres, son cosas de la edad, ya no valemos…No podemos reproducirnos, pero podemos seguir creando, creciendo y disfrutando más que nunca de nuestros cuerpos.
Para el 2030 el número de mujeres con menopausia y posmenopausia será de 1.200 millones en la población mundial, con 47 millones de incorporaciones cada año, ¿te sientes menos sola ahora?
